PEDRO SALINAS

Publicado en por Cecilia



Pedro Salinas Serrano

nació en Madrid el 27 de noviembre de 1891 y murió en Boston, en 1951.
 
Perteneciente a la generación del 27 en la que destacó como poeta del amor. Profundo intelectual y humanista, Salinas estudió las carreras de derecho y de filosofía y letras.
El amor de su lírica no es atormentado y sufrido; es una fuerza prodigiosa que da sentido a la vida  fruto de su apasionada relación con la profesora norteamericana Katherine Whitmore.


Otro loco poeta sagitariano enamorado...          



"La poesía es una aventura hacia lo absoluto. Se llega más o menos cerca, se recorre más o menos camino: eso es todo".



PENSARTE ES TENERTE


¡Cómo me dejas que te piense!
Pensar en ti no lo hago solo, yo.
Pensar en ti es tenerte,
como el desnudo cuerpo ante los besos,
toda ante mí, entregada.
Siento cómo te das a mi memoria,
cómo te rindes al pensar ardiente,
tu gran consentimiento en la distancia,
y más que consentir, más que entregarte,
me ayudas, vienes hasta mí, me enseñas
recuerdos en escorzo, me haces señas
con las delicias, vivas, del pasado,
invitándome.
Me dices desde allá
que hagamos lo que quiero
-unirnos- al pensarte,
y entramos por el beso que me abres,
y pensamos en ti, los dos, yo solo.

EL ALMA TENIAS

El alma tenías

tan clara y abierta,

que yo nunca pude

entrarme en tu alma.

Busqué los atajos

angostos, los pasos

altos y difíciles...

A tu alma se iba

por caminos anchos.

Preparé alta escala

-soñaba altos muros-

guardándote el alma-

pero el alma tuya

estaba sin guarda

de tapial ni cerca.

Te busqué la puerta

estrecha del alma,

pero no tenía

de franca que era,

entradas tu alma.

¿En dónde empezaba?

¿Acababa, en dónde?

Me quedé por siempre

sentado en las vagas

lindes de tu alma.


 

EL CONTEMPLADO

                  

De mirarte tanto y tanto,

del horizonte a la arena,

despacio,

del caracol al celaje,

brillo a brillo, pasmo a pasmo,

te he dado nombre: los ojos

te lo encontraron, mirándote.

Por las noches,

soñando que te miraba,

al abrigo de los párpados

maduró, sin yo saberlo,

este nombre tan redondo

que hoy me descendió a los labios.

Y lo dicen asombrados

de la tarde que lo dicen.

¡Si era fatal el llamártelo!

¡Si antes de la voz, ya estaba

en el silencio tan claro!

¡Si tú has sido para mí,

desde el día

que mis ojos te estrenaron,

el Contemplado, el constante

Contemplado!

LA VOZ A TI DEBIDA
Versos 2191 a 2219


No quiero que te vayas
dolor, última forma
de amar. Me estoy sintiendo
vivir cuando me dueles
no en ti, ni aquí, más lejos:
en la tierra, en el año
de donde vienes tú,
en el amor con ella
y todo lo que fue.
En esa realidad
hundida que se niega
a sí misma y se empeña
en que nunca ha existido,
que sólo fue un pretexto
mío para vivir.
Si tú no me quedaras,
dolor, irrefutable,
yo me lo creería;
pero me quedas tú.
Tu verdad me asegura
que nada fue mentira.
Y mientras yo te sienta,
tú me serás, dolor,
la prueba de otra vida
en que no me dolías.
La gran prueba, a lo lejos,
de que existió, que existe,
de que me quiso, sí,
de que aún la estoy queriendo
.

AMIGA
 Para cristal te quiero, nítida y clara eres. Para mirar al mundo, a través de ti, puro, de hollín o de belleza, como lo invente el día. Tu presencia aquí, sí, delante de mí, siempre, pero invisible siempre, sin verte y verdadera. Cristal ¡Espejo, nunca! 

 

 

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