La vida de Hernández, el "Poeta Cabrero"

Publicado en por Cecilia

Miguel Hernández nació en Orihuela, Alicante, en 1910.
Hijo de campesinos se crió en medio de la naturaleza, donde contempla maravillado sus misterios: la luna y las estrellas, la lluvia, las propiedades de diversas hierbas, los ritos de la fecundación de los animales. Asiste a clases por la mañana y por las tardes ordeña las cabras y se dedica a repartir la leche por el vecindario. Pero en 1925, a los quince años de edad, tiene que abandonar el colegio para conducir cabras por las cercanías de Orihuela. Miguel embellece esa vida monótona con la lectura de numerosos libros de Gabriel y Galán, Miró, Zorrilla, Rubén Dario, que caen en sus manos y despiertan en él el espíritu de la poesía y comienza a escribir versos sencillos.

 

El joven pastor va llevando a cabo un maravilloso esfuerzo de autoeducación con libros que consigue en la biblioteca del Círculo de Bellas Artes. Guiado por su amigo Ramón Sijé, poco a poco, irá leyendo a los grandes autores del Siglo de Oro: Cervantes, Lope, Calderón, Góngora y Garcilaso, junto con algunos autores modernos como Juan Ramón y Antonio Machado.

 

Desde 1930 Miguel Hernández comienza a publicar poemas en el semanario El Pueblo de Orihuela y el diario El Día de Alicante. Su nombre comienza a sonar en revistas y diarios. Ávido de fama, decide ir a Madrid con un puñado de poemas y recomendaciones, que de mucho no le sirven, Regresa a su pueblo.

 

Un día, al salir de su trabajo, en una notaría de Orihuela, conoce a Josefina Manresa y se enamora de ella. Pero debe marchar a Madrid para seguir forjando su carrera. Sin embargo mantiene una  correspondencia amorosa  ininterrumpida. La soledad inevitable en la gran ciudad le hace sentir nostalgia por la paz e intimidad de su Orihuela. Las cartas abundan en quejas sobre la pensión, rencillas de escritores, intrigas, el ruido y el tráfico. Así es que en cuanto le es posible vuelve a su pueblo para charlar con los amigos, comer fruta a satisfacción y bañarse en el río. Aunque lentamente, va creándose en Madrid su círculo de amigos: Altolaguirre, Alberti, Cernuda, Delia del Carril, María Zambrano, Vicente Aleixandre y Pablo Neruda con quienes comparte ideales políticos.

 

El estallido de la Guerra Civil en julio de Miguel Hernández toma partido sin dudar, para defender la República. Después de un viaje a Orihuela a despedirse de los suyos  se incorpora como voluntario al 5є Regimiento.

En la primavera de 1939, ante la desbandada general del frente republicano, Miguel intenta cruzar la frontera portuguesa y es devuelto a las autoridades españolas. Así comienza su larga peregrinación por cárceles: Sevilla, Madrid, Ocaña, Alicante...

 La difícil vida  en las prisiones en los meses posteriores a la guerra, clan en su indefenso organismo y  se le declara una "tuberculosis pulmonar aguda" que lo va consumiendo inexorablemente. El 28 de marzo de 1942 expira a los 31 años de edad.

 

Injusta y prematura manera de morir, para un alma amante de la libertad

 

En el 2010 se conmemorará el Centenario del Nacimiento de Miguel Hernández en su Orihuela natal



Sigo en la sombra, lleno de luz; ¿existe el día?


Sigo en la sombra, lleno de luz; ¿existe el día?
¿Esto es mi tumba o es mi bóveda materna?
Pasa el latido contra mi piel como una fría
losa que germinara caliente, roja, tierna.

Es posible que no haya nacido todavía,
o que haya muerto siempre. La sombra me gobierna.
Si esto es vivir, morir no sé yo qué sería,
ni sé lo que persigo con ansia tan eterna.

Encadenado a un traje, parece que persigo
desnudarme, librarme de aquello que no puede
ser yo y hace turbia y ausente la mirada.

Pero la tela negra, distante, va conmigo
sombra con sombra, contra la sombra hasta que ruede
a la desnuda vida creciente de la nada.

                                     
                      

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